Australia es un país que merece toda mi admiración, pues cualquier cosa que salga de ahí, excepto el calor extremo de sus zonas desérticas, siempre llama mi atención, como Coober Pedy, la ciudad minera que está bajo el suelo. Otro sitio curioso más que apuntar para ver en el próximo viaje.
Coober Pedy es una auténtica localidad subterránea: en ella puedes encontrar hoteles, sitios para comer, tiendas de ópalo (por algo es la capital mundial de este mineral) y, por supuesto, ¡una iglesia! Si tienes claustrofobia, mejor será que te mantengas en la parte exterior, pero si los lugares cerrados no te agobian, no te quedes sin aventurarte al interior.
Cerca de Coober Pedy está la reserva Breakaways, donde se puede ver un pintoresco paisaje natural de formaciones rocosas coloreadas. También a pocos kilómetros en coche está la Dog Fence, una valla que mantiene a los dingos alejados del ganado. Te preguntarás qué tiene de especial una valla para perros australianos, ¿verdad? Pues que es más larga que la Muralla China con más de cinco mil seiscientos kilómetros.
