Sighisoara fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999.
Pueblos con encanto hay muchos, pero sin duda, Sighisoara es uno de los más bonitos de Rumanía.
En realidad es una comuna situada en los Cárpatos, en la mítica región de Transilvania. Se fundó en el siglo XIII por sajones, por lo que forma parte de los denominados pueblos sajones de Transilvania.
Estos pueblos procedentes del noroeste de Alemania se desplazaron por llamamiento de los reyes de Hungría, buscando nuevas tierras que colonizar. Los reyes pretendían defender sus fronteras y es habitual que las comunas sajonas estén fortificadas. En torno a ellas, se configuraba el núcleo urbano
Sighisoara es célebre por ser la ciudad natal de Vlad el Empalador, inmortalizado como Conde Drácula por Bram Stoker.
Aún conserva buena parte de sus murallas y torres defensivas, de las cuales quedan nueve en pie. Al igual que los cantones vecinos, no tardó en desarrollar una importante actividad comercial. Reflejo de ello es el nombre que conservan sus torres, que hacen alusión a diferentes gremios. Las más interesantes son la torre de los Herreros, la de los carniceros, los tintoreros, los sastres o la torre del reloj. La mayoría de estos gremios se situaban alrededor de la plaza principal, conocida como Plaza de la Ciudadela.
Sighisoara cuenta con numerosas iglesias, tanto ortodoxas como protestantes y católicas. Algunos ejemplos son la Iglesia de la Colina, de estilo gótico, la iglesia de San José, del siglo XIX. La iglesia de Cornesti (s. XVIII) y la Catedral (s. XX) son ortodoxas.
La torre del reloj alberga varios museos, el Museo de Historia y la Cámara de la Tortura.
Durante el mes de Julio, Sighisoara celebra un importante mercado y feria medieval.