Colombia no es muy conocida por su arqueología o civilizaciones prehispánicas. Sin embargo, tiene una tripleta muy interesante: la civilización Tayrona (al norte y la única de las tres de la cual se conserva el nombre original), y las de San Agustín y Tierradentro, al sur. No quiero con esto decir que estas tres sean las únicas expresiones indigenistas de Colombia, para nada, pero sí son las que cuentan con ruinas más destacadas, con diferencia. En esta entrada voy a ocuparme de una de las dos civilizaciones meridionales: Tierradentro, mi segunda favorita (de la primera les hablo otro día) en el país.
Cuando los españoles llegaron a estas tierras, la bautizaron así por lo mucho que les costó llegar hasta ahí. Los indígenas que habitaban el lugar por entonces, que nada tienen que ver con los responsables de la arqueología de la zona, no fueron precisamente un comité de bienvenida hospitalario (tampoco es que los conquistadores lo merecieran). El hecho de que en esta zona se descubrieran unas tumbas subterráneas –hipogeos, que según mi griego de andar por casa significa «bajo la tierra»- hace pues, que el nombre original dado por los españoles al lugar, Tierradentro, fuera muy acertado, aunque de pura potra.
Poco o nada se sabe de la civilización que construyó estas elaboradas galerías subterráneas, de las cuales las más modernas tienen 2.500 años de antigí¼edad, y las más primitivas, algo más de 3.000. Adornadas con trabajadas pinturas (ver foto) de colores rojo, negro y blanco, eran utilizadas como «segunda sepultura». Es decir, cuando una persona moría, se la enterraba en una tumba común e individual como las de ahora, para años después desenterrar sus restos, introducirlos en una urna y guardarlos en estos hipogeos junto a otros antepasados. Una costumbre, la del segundo entierro, muy similar a la llevada a cabo todavía hoy por los Guajiros, indígenas de la frontera colombovenezolana. El lugar cuenta con guías, museos y un pequeño parque de estatuas no relacionadas con los hipogeos: otro misterio más que añadir a la zona. La civilización Tierradentro desapareció sin dejar rastro mucho antes de la llegada de los europeos, y probablemente sea una cultura que nos dejará por siempre más preguntas que respuestas.
Toda la zona que rodea al poblado, cerca de Inza, en el Cauca colombiano, está plagada de estas construcciones subterráneas. El circuito de visita se puede hacer en un sólo día si uno aguanta el trajín de subida y bajada por las diferentes colinas de la zona. Los sitios arqueológicos en mejor estado están techados y tienen vigilancia. Personalmente, mi favorito fue -qué sorpresa- el más inaccesible, llamado Aguacate. Sus tumbas están en peor estado que las demás, algunas a medio excavar, pero desde ellas la vista del valle es la mejor, y además la abundancia de tumbas y lo alejado de las mismas al pueblo, le dan un toque de especial encanto respecto a las otras.
Una visita imprescindible para todo aquel que visite el sur colombiano (Cali, Popayán, Pasto…) camino de Ecuador o entrando a Colombia desde allí, mucho más recomendable que la de San Agustín. La mayoría de la gente acude al yacimiento agustino y desprecia Tierradentro. Yo visitaría ambas -están relativamente cerca la una de la otra- pero si no dispones de tiempo más que para una, tu lugar está bajo tierra, quiero decir, Tierradentro.
www.unesco.org/delegates/colombia/tierradentro.htm La Unesco, no contenta con declararlo Patrimonio de la Humanidad en 1995, encima publica este completo y detallado artículo sobre el sitio arqueológico.
www.icanh.gov.co/secciones/parques/tierradentro.htm El Instituto Colombiano de Antropología e Historia tampoco se queda atrás y publica este otro artículo, sobre Tierradentro y los otros dos parques arqueológicos de Colombia, San Agustín y Ciudad Perdida (Teyuna – Tayrona).
Preguntas Muy (o bastante) Frecuentes
-¿Por qué debería yo visitar Tierradentro?
Por sus paisajes verdes, montañosos y semiselváticos. Por las tumbas subterráneas o hipogeos que salpican su geografía. Por las estatuas de piedra volcánica que otras culturas olvidadas dejaron en el lugar. Por la cercanía a otro de los sitios arqueológicos más importantes del país, San Agustín. Por sumergirte en una de las civilizaciones americanas más misteriosas y fascinantes del continente.
-¿Cómo se llega hasta las ruinas?
El camino hasta el lugar es sinuoso y está en muy mal estado. Pero llegarse, se llega. La mejor opción -por no decir la única- es ir desde Popayán. Hay microbuses que van directo hasta San Andrés (Tierradentro). Son unas cinco horas bastante movidas, pero inolvidables. Una vez allí, a las ruinas se va a pie; un día intenso basta.
-¿Qué hago cuando llego al lugar?
No es que San Andrés-Tierradentro sea una ciudad de las de la costa mediterránea en julio, pero hay dónde comer y dónde dormir. ¿Qué más necesitas? Según te bajes del transporte, habrá gente ofreciendo alojamiento (muchas veces son sus propias casas). Si no, Popayán -desde donde sale el transporte- es el lugar ideal para informarse y conocer otros viajeros que hayan hecho el viaje. Yo fui a la buena de Dios y a la buena de Dios me fue fantástico, con un amigo canadiense y otro inglés.
-¿Es seguro?
Bueno, el tema de la seguridad en Colombia es para hacer un blog entero. El lugar es razonablemente seguro, y más que razonablemente seguro si eres turista. Colombia es infinitamente más peligrosa para los colombianos que para los extranjeros, a pesar de lo que uno podría pensar a priori. En el caso que nos atañe, no hay que ser inconscientes y prestar atención a lo que nos digan, en Popayán sobre todo, los extraordinariamente amables colombianos. No estamos muy lejos del Putumayo, que es una de las zonas bajo control de la guerrilla de las FARC. Como decía, en la oficina de turismo de Popayán te informarán sobre el transporte, alojamiento y las condiciones de seguridad de la zona de las ruinas. A Colombia se viaja con respeto y con cabeza: nunca con miedo o paranoia.
agradezco tener encuenta nuestro Departamento si requieren mas informacion de servicios turisticos favor hacerme saber les enviare de todos los sitios FELICITACIONES GRACIAS CARMEN LEONOR ACOSTA
me parece muy interesante el texto porq habla de to do el autor es alguien muy bacano el es un ator q nunca tiene otras palabras para decir