Estambul es una ciudad impactante, de una belleza muy particular imposible de encontrar en otra cuidad del mundo, una ciudad espectacular.
Enumerar todas las razones por las que merece la pena conocer, visitar y disfrutar de esta cuidad sería prácticamente imposible, pero intentaré exponer algunas de ellas:
- El gran atractivo de Estambul es, ese que la dota de ese »algo» que la hace tan especial, radica en que se trata de una ciudad a mitad de camino entre Oriente y Occidente. Es una ciudad demasiado asiática para ser una ciudad europea; sin embargo, cuenta con demasiados tintes occidentales para ser una ciudad asiática.
- Sin duda, los contrastes son el fuerte de Estambul. Una ciudad que cuenta con casi 15 millones de habitantes sólo puede ser una ciudad ajetreada e incluso un tanto caótica; sin embargo, Estambul es caótica pero a la vez es también una ciudad tranquila, agradable, serena.
- Las calles, los monumentos, toda la ciudad guarda una interesante historia. Y es que una ciudad que ha sido capital de tres imperios, como es el caso de Estambul, que ha sido capital de los imperios Romano, Bizantino y Otomano, sólo puede ser una ciudad interesante y apasionante.
- Pero hay mucho más: sus colores, sus aromas, su exotismo, sus delicias, su cultura, sus espectaculares puestas de sol, sus abarrotadas calles a todas horas, su calma… Su magia, porque Estambul es, simplemente, una ciudad mágica.
Estambul tiene una esencia muy particular, una esencia muy suya que la hace mágica. Es difícil enumerar los motivos por los que Estambul es el destino ideal y, es también muy complicado describir las sensaciones que esta ciudad provoca. Es por ello que a Estambul hay que vivirla, sentirla.