Este día estuve meditando mientras navegaba virtualmente por la web, pensando de qué iba hablarles hoy. Unas fotografías bajo un título sugerente captaron mi atención, y después de leer un corto texto decidí pasar a otra cosa, intentando buscar un tema más idóneo para este post. No pude, debo reconocerles que me fue imposible, pues los datos que voy a transmitirles perturbaron mi conciencia de tal manera, haciéndome pensar en lo maravillosamente compleja que puede llegar a ser la creación y en especial la naturaleza (que en ocasiones se muestra tan imponente) que tuve que desistir reconociendo que no podría hablarles hoy de ningún otro lugar del mundo.
En el país de Asia Central llamado Turkmenistán, cerca de la aldea de Darvaza o Derveweze (que curiosamente significa «La Puerta»), en el gran desierto de Karakum apareció en 1971 un enorme agujero de 60 o 70 metros de diámetro y 20 de profundidad, mientras se llevaban a cabo unas obras de prospección de gas, al estar explorando la zona unos geólogos soviéticos. Imaginamos su sorpresa cuando descubrieron esta cueva subterránea. Al formarse este cráter se comprobó que efectivamente estaba lleno de gas natural, después de que decidieron prenderle fuego para evitar la posible contaminación por algún gas venenoso que pudiera ser liberado y con la intención de seguir perforando una vez que se consumiera.
¿La noticia? Desde entonces aún sigue ardiendo sin pausa, tras pasar tantos años todavía no se ha consumido, como si de alguna oculta y antigua caja de Pandora se tratara, y tal es la cantidad astronómica de gas que se ha desprendido y tantos los años que este fuego continuo ha ido generando sin ninguna pausa que me viene a la memoria una advertencia escrita en uno de los libros también más antiguos del mundo, y que hablaba de un fuego que no puede ser apagado.
A veces una imagen vale más que mil metáforas.
¿Cómo se debe sentir uno en presencia de semejante capricho de la naturaleza?
Para más misterio, circularon por internet hace relativamente poco algunas fotos del meteorito que cayó en Rusia, que por afán sensacionalista no eran sino imágenes de este cráter de Darvaza. A mí me resulta más interesante y fascinante la historia real que la ficticia ¿qué opinan ustedes?