Es habitual decir que la naturaleza es caprichosa y hace cosas increíbles, pero el caso de la cascada de Horsetail es uno de los más indiscutibles a los que se puede aplicar este tópico.
El salto de agua se encuentra en el Parque Nacional de Yosemite, en California, un espacio natural que cuenta con más de 3.000 km2 de superficie. Aparte de sus bosques de secuoyas gigantes y las amplias zonas de espacio salvaje con las que cuenta el parque, la cascada de Horsetail es uno de sus principales reclamos, sobre todo, para fotógrafos profesionales o aficionados.
La catarata es la más alta de América del Norte, con 739 metros y desciende a través de una formación granítica llamada El Capitán, con las aguas que se forman durante el deshielo, desde enero hasta comienzos del verano.
La peculiaridad de la cascada está en el color de sus aguas que, durante un breve periodo de tiempo, parecen lava hirviendo, un derrame de fuego que desciende por la montaña.
El fenómeno se produce solamente las dos últimas semanas de febrero, durante el crepúsculo, cuando los tenues rayos de un sol anaranjado, inciden en el torrente de agua que refleja la luz llameante en contraste con la roca prácticamente oscurecida, dando lugar al prodigio.
Contemplar la catarata de fuego es un momento único en el que deben cumplirse diferentes condicionantes. Es el único salto de agua del planeta en el que ocurre un acontecimiento de este tipo, por lo que merece la pena apuntarse la fecha y visitarla si tenemos programado un viaje a California o recorremos el suroeste de los Estados Unidos.
