Staffa es una de las islas Hébridas, situadas al oeste de Escocia. Cuenta con 33 hectáreas de extensión y 42 metros de altura sobre el nivel del mar.
Su nombre deriva del término nórdico Stafi-oy, con el que los vikingos la nombraban como Isla de Columnas.
De hecho, la peculiaridad de la isla está en las formaciones de basalto de origen volcánico que conforman su orografía.
El origen de la isla de Staffa se remonta a 60 millones de años, al solidificarse de manera precipitada la lava procedente de la explosión de un cráter durante la actividad volcánica que comprometía la zona ocupada por Irlanda, Escocia, Islandia y Groenlandia.
Staffa está orográficamente relacionada con la Calzada de los Gigantes, en el norte de Irlanda, además, existen leyendas populares que las enlazan.
En la isla se encuentra la Cueva Fingal, una maravilla de 21 metros de altura y 82 de profundidad. Su nombre en gaélico es Uamm Binh, que significa Gruta melodiosa, por las características acústicas de su interior. Fue descubierta en 1722 el naturalista Joseph Bancs.
La entrada a la cueva está flanqueada por paredes de esbeltas columnas de basalto que le dan el aspecto de una majestuosa catedral del mar. En su interior, las columnas de basalto, coloreadas por la acción del agua, forman terrazas que permiten el acceso a buena parte de la gruta.
La sonoridad de las olas en su interior inspiraron al músico Félix Mendelssohn en la composición de las piezas: La Sinfonía Escocesa y la Obertura Las Hébridas, o La Gruta de Fingal.
No es la única referencia cultural a la cueva, el pintor Turner la retrata en uno de sus cuadros, tras un viaje por tierras escocesas; Walter Scott y Julio Verne, también hacen referencias a la Cueva de Finga;, incluso el grupo musical Pink Floyd titula con este nombre a una de sus primeras canciones.