El valle del rio Hoh esconde uno de los bosques más espectaculares de Estados Unidos, dentro del Parque Nacional Olympic, en el estado de Washington.
Se trata de una reserva ubicada en una zona muy húmeda, donde las lluvias son habituales casi todos los días del año, a las que se le suman las crecidas del río durante la primavera y otoño, y la vegetación es realmente exuberante.
Árboles gigantes, helechos, musgo y todo un manto vegetal que cubre vegetación, roca y suelo de color verde, convierten al bosque en un edén para amantes de la naturaleza salvaje.
El origen del valle es glacial, al igual que el río, que discurre tranquilo hasta desembocar en el océano Pacífico. Su origen tiene miles de años, y es debido a la erosión que fue generando el deshielo de los glaciares.
En el bosque de Hoh el clima es templado, lo que junto a la humedad, favorece que su aspecto sea el de una auténtica selva, donde crecen todo tipo de hongos en los troncos, sobre los que se derrama un espeso manto de líquenes que llegan a cubrir por completo las cortezas marrones de los árboles.
Aquí, las coníferas son de las más grandes del planeta, como el abeto de Sitka o la la tsuga del Pacífico, que llega a alcanzar los 100 metros de altura y los 8 de diámetro. El cedro rojo, el arce o el chopo de california, son algunas de las especies más representativas del bosque, junto a las coníferas.El puma, el oso, el alce y el zorro, son algunos de los animales más habituales en Hoh.
El bosque cuenta con multitud de senderos para excursionistas, por los que perderse, sorprenderse y disfrutar de una naturaleza realmente abrumadora.