Esta debe ser, sin duda, la semana de Ryanair y no se debe a ninguna de sus ofertas habituales en vuelos comprados con antelación. Que si piden prioridad de aterrizaje, que si ha habido dos despresurizaciones, que si los pasajeros llegan con picaduras de chinches, aterrizaje de emergencia en Milán… ¿Pero qué pasa aquí?