¡Vive lo imposible! ¡Relájate junto a un volcán activo!

En todo el medio de la República del Ecuador, junto a la ví­a principal que atraviesa el paí­s de sur a norte y de norte a sur, a unos trescientos kilómetros al sur de la mitad del mundo, se encuentra la localidad de Baños. Dicha localidad se hizo internacionalmente conocida en 1999, cuando el volcán Tungurahua, a tan sólo ocho kilómetros de la ciudad, comenzó a escupir ceniza y entró en fase de alerta roja. La población¡Vive lo imposible! ¡Relájate junto a un volcán activo! - 080107_banios fue evacuada ante el peligro de una inminente erupción. Sin embargo, los meses transcurrían y la erupción nunca llegaba. Los habitantes del lugar, ansiosos y tras casi un año lejos de sus hogares, decidieron regresar, saltándose el bloqueo que el Ejército -para evitar saqueos- tení­a sobre el lugar. En 2003 y 2006 hubo explosiones y temblores, que no llegaron a la magnitud que se temí­a, pero la actividad volcánica dejó varios muertos y desplazados, y pequeñas localidades de campesinos tuvieron que desalojarse definitivamente. Actualmente, la pequeña localidad de poco menos de diez mil habitantes está en esa irritante indefinición de qué puede o no pasar, y sobre todo cuándo. Como un habitante del lugar me dijo mientras charlábamos del tema, «Sólo Dios sabe».

Mientras ni tú ni yo sepamos, lo mejor es ir y vivir lo que este bello enclave tiene para ofrecernos: caminatas por los alrededores, variados alojamientos y restaurantes (Baños es un lugar tí­pico al que acuden los ecuatorianos a relajarse… ¿por qué no tú?), un sin fin de actividades de deporte de aventuras, sin olvidar sus famosas aguas termales. Yo pasé varios dí­as con la misma rutina: despertarme, ir a una piscina a nadar, ir a las termas a relajarme, después almorzar, a la tarde una caminata por los alrededores y al final del dí­a, un partido de fútbol o baloncesto en una de las muchas pistas públicas que hay en el lugar. Ducha, cena, y a dormir. ¡Ay, qué recuerdos!

Antiguamente las excursiones a las cercaní­as del cráter eran cosa de todos los dí­as: ahora puede decirse que de ninguno. Gran parte de los alrededores del volcán están vedados al ser humano. Curiosamente, la que era la mayor atracción turí­stica del lugar, es ahora el peor enemigo del turismo, que muchas veces teme acercarse a Baños por miedo a una posible erupción. ¡No saben lo que se pierden! Para los miedosos, o prudentes, según quiera verse, es fácil conocer las condiciones de seguridad antes de visitar el lugar, bien sea por Internet o por las autoridades locales.

Ah, sobre la foto… sí­, merece una explicación. La verdad que no anduve fino esos dí­as con la cámara (demasiadas termas y demasiada buena vida), pero en lugar de los bellos paisajes del lugar, capté este divertido -involuntariamente divertido, se entiende- cartel. Los que saquen conclusiones racistas o clasistas sobre los ecuatorianos por el mismo, que antes de reí­rse recuerden cómo acaban las paredes y parques de casi todas las ciudades de España, los fines de semana y no digamos cuando llegan las fiestas del lugar. Y es que no hay nada peor que mirar la paja en el ojo ajeno, obviando la secuoya en el propio… (¿era así­ el refrán?).

No te pierdas esta bella parada por lo que viste en el telediario. Baños es un lugar con mil y un atractivos, no dejes que su anfitrión más ilustre y más indeseado a la vez te atemorice.

www.banios.com Página bien completa sobre la localidad. ¡Qué desgracia tener una eñe en tu nombre, cuando naciste en la era de Internet!

www.igepn.edu.ec Información detallada sobre la actividad del volcán.

En Internet se ven muchos videos sobre el Tungurahua y Baños. El que presento es una bella y nada inquietante, aunque algo estática, toma del volcán a lo largo del dí­a.

Preguntas Muy (o bastante) Frecuentes

-¿Por qué debería yo visitar Baños?
Por sus aguas termales. Por su ambiente tranquilo. Porque muchos ecuatorianos lo tienen por un lugar ideal para relajarse. Por los deportes de aventura y las excursiones que se organizan allí­. Por los ricos caramelos locales (melcochas). Por el magnetismo relajante que hace que cada dí­a que pase te levantes más tarde de la cama y tengas menos ganas de irte.

-¿Cómo se llega a Baños?
Al fondo a la derecha. Tienes razón: éste es, con mucho, el peor chiste de los muchos malos que escribo. Contesto más formalmente entonces: aunque no está en la principal ví­a del paí­s, que atraviesa el paí­s desde Perú hasta Colombia, la panamericana, Baños se encuentra muy cerca de la misma y a efectos prácticos se accede a ella desde casi cualquier lugar del paí­s, en bus. Hay conexiones hacia Latacunga, Ambato e incluso buses directos a Quito. La carretera Baños-Riobamba está cerrada por la actividad volcánica, pero la lí­nea se mantiene por otro camino.

-¿Hay mal de altura por allí­?
No, a menos que seas holandés. Baños está a sólo 1.800m de altitud, una risa al lado de los más de 5.000 del cercaní­simo Tungurahua. No deberías tener problemas.

-Yo paso. No pienso ir a correr el riesgo de que el volcán estalle.
Bah, riesgo. ¿Qué es el riesgo? A veces nos olvidamos como turistas que en los lugares que consideramos «peligrosos» vive gente, y mayoritariamente, créanme, no porque las circunstancias los obliguen, si no porque les gusta el lugar, es su hogar y quieren pasar allí­ toda su vida. No son más locos que los que viven en San Francisco, Tokio o Madrid. En Ecuador nadie se dedica a volar los aparcamientos de los aeropuertos, por ejemplo. Los dos ciudadanos ecuatorianos que fueron asesinados por ETA hace semana y pico seguirí­an vivos de haberse quedado en el «inseguro» Ecuador. Las noticias de la tele y el miedo -que al final vienen a ser lo mismo- son el peor enemigo de quien realmente quiere conocer este hermoso planeta.

One Comment - Escribir un comentario

Post Comment

¡Ediciones Letra Grande hace literatura para todos!