Un lago ya de por sí es un lugar hermoso que merece nuestra contemplación, pero es que si además cuenta en su interior con una pintoresca isla como ésta, ya se convierte en un sitio que los trotamundos deben visitar. Nuestro sitio de hoy para en Eslovenia, en el Lago Bled. ¿Te apuntas?
Te presento a la isla del lago Bled. Esta monería, aunque parezca mentira, ha estado habitada desde la prehistoria. De hecho, se encontraron restos que lo confirman, además de provocar numerosas leyendas. Antes de la iglesia que podéis apreciar en la fotografía, había un templo pagano datado en el siglo IX (como mínimo).
El principal atractivo del lugar es la iglesia, en efecto, que es donde muchos novios van a casarse por motivos estéticos. El sitio lo merece, sin lugar a dudas, aunque debe ser fatigador subir las escaleras hasta el edificio sagrado para contraer las nupcias. Esto ha servido para inspirar una especie de maldición: si el novio se queja o habla al subir la escalera con su pareja en brazos, su relación quedará marcada por la infelicidad.
De todas formas, no necesitas tener un prometido o una prometida para visitar el lugar. A los turistas les dejan tocar la campana en el campanario las veces que quieran. Es normal ver a alguien por allí haciéndolo. Si vas, ¡no te olvides de pedir un deseo con cada «dong»!
