Un pentágono de roca emerge del mar de las Filipinas, en el océano Pacífico. Recibe el nombre de Yakushima y forma parte del Archipiélago de Osumi, al sur de Japón.
Se trata de una isla paradisíaca de aproximadamente 500 kilómetros cuadrados y 132 kilómetros de perímetro, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993, a la que se accede en avión o en Ferry desde la ciudad de Kagoshima.
Yakushima es famosa por su riqueza biológica y por ser el escenario de la película La princesa Mononoke. 
Un paraíso natural envuelto en niebla, de vegetación exuberante formada en su mayoría por milenarios bosques de cedros nudosos revestidos de musgo, entre los que se encuentra la especie Cryptomeria japónica o cedro japonés, conocida con el nombre de Sugi. 
De todos ellos, un árbol conocido como Jomon-sugi resulta ser el principal atractivo de la isla para los turistas locales. Es un viejo cedro con más de 7.000 años, que parece ser el más antiguo del mundo, al que se accede después de más de 6 horas de caminata, por la montaña más alta de la isla, el Monte Miyanouradake.
La isla es el lugar más húmedo de Japón, con un elevadísimo índice anual de lluvias, lo que ha influido en su frondosa vegetación y en la congregación de numerosos arroyos de aguas puras y cascadas; las cataratas Oko-no-taki, de 88 metros de altura, las Senpiro-taki o las de Todoroki.
Existen numerosas rutas y senderos para los amantes del turismo ecológico y de naturaleza, por las que una extensa población de monos y ciervos salvajes pasean abiertamente.
Pequeñas ciudades o asentamientos rodean la zona costera de la isla. Las más importantes son Miyanoura y Anbo, y todas ellas viven de la pesca y el turismo.
Otro atractivo que no debe dejar de conocerse en la isla de 
Yakushima son los Onsen o piscinas naturales de aguas termales junto al océano, que posibilitan disfrutar de baños calientes al aire libre. Hirauchi Kaichu-onsen y Yudomari-onsen son los más conocidos.
