El parque Xel–Há es un espacio natural en el que se mezclan varios canales de agua dulce con el agua marina de la costa del Caribe Mejicano.
En su nombre maya, Xel – Há designa el lugar donde nacen las aguas del manantial y es que el emplazamiento ha sido acondicionado como un gran acuario natural, donde los visitantes pueden disfrutar observando su exuberante fauna marina y un privilegiado entorno natural.
Está situado en la Riviera Maya, concretamente en Quintana Roo, a 110 kilómetros de Cancún y 10 de las ruinas arqueológicas de Tulum.
Originalmente, el lugar fue ocupado desde la época prehispánica, desarrollando una importante labor portuaria. Según las leyendas mayas, los dioses crearon Xel–Há con la intención de reunir lo mejor de la naturaleza, permitiendo la entrada a los mortales, pero nombrando tres guardianes para custodiarlo: la iguana en la tierra; el pelícano en el aire y el pez globo en las aguas.
Tras la colonización española, a principios del siglo XVI, los habitantes de Xel-Há huyeron hacia el interior para refugiarse y el lugar fue abandonado poco a poco.
Desde 1994, un grupo de socios se encarga de desarrollar en el entorno un programa de turismo sostenible que cuenta con más de 10 distinciones internacionales, como la certificación EarthCheck o su inclusión como lugar de buenas prácticas ambientales, al reciclar el 80% de sus residuos, practicando la producción y reforestación de plantas nativas o desarrollando un programa de conservación de tortuga marina, en colaboración con Flora, Fauna y Cultura de Méjico.
Entre las principales atracciones que pueden desarrollarse en el parque, se encuentran el snorkel, el buceo, el snuba o el Sea Trek (caminata submarina). Multitud de actividades programadas, se mezclan con el deleite multicolor de su fauna submarina, de sus selvas tropicales y de los animales que la ocupan en estado natural.
Xel-Há se puede visitar durante todo el año, ofreciendo multitud de actividades para completar su excelente oferta natural.
