Pues efectivamente la famosa estatua de la libertad debe su existencia a la ciudad de las luces. Para quien no lo sepa, pertenecía a Francia hasta 1886 cuando se entregó a los Estados Unidos en memoria de su aniversario de la Independencia. Me sorprendió sobremanera cuando en un viaje en un bateaux por el Sena la vi y me explicaron la historia. En su construcción participó, entre otros, el conocido ingeniero Eiffel, y como recompensa y en agradecimiento, tiempo después los americanos que vivían en París financiaron otra réplica de menores proporciones que es la que actualmente conocemos y que se ve en un puente del río. Y es que a veces, en el mundo de la cultura, no siempre es lo que parece, y asociamos grandes mitos que no se corresponden con la realidad, pero que caprichosamente la historia selecciona por alguna razón. La tierra de las oportunidades se apropió de un símbolo que ha pasado ha la historia. Pero no olvidemos que París, siempre fue un puesto de vanguardia en la lucha por la libertad, recordemos el famoso lema de la Revolución Francesa….
Así que les invitamos a dar un tranquilo paseo por el famoso río parisino, en uno de los famosos bateaux-mouches, y disfrute de una de las ciudades más bellas de Europa y del mundo.
