Si alguien te dice que te llevaría al cielo para invitarte a cenar, ahora puede cumplirlo. A cenar, comer, desayunar o incluso tomar un pincho.
En pareja, con amigos, un almuerzo de negocios o incluso el banquete de tu boda, puedes celebrarlo –literalmente- por las nubes.
Se trata de un restaurante ubicado en una plataforma flotante, que pende de una grúa a 50 metros de altura.
La iniciativa nace en Bélgica y en la actualidad, se desarrolla en más de 40 países de la mano de una empresa de eventos.
El comedor flotante puede dar cabida a 22 comensales instalados alrededor de una gran mesa con forma de U, que degustan sus platos sentados en sillones giratorios provistos de un arnés de seguridad parecido al de las atracciones feriales. En uno de sus lados, hay un pequeño espacio para el servicio de cocineros y camareros.
Una enorme y portentosa grúa eleva la plataforma en cualquier lugar elegido para llevar a cabo el evento, que está limitado a un máximo de ocho horas de duración.
Este servicio suele ser requerido por empresas, para llevar a cabo reuniones, briefings o publicitar una marca o campaña. También puede disfrutarse para celebraciones privadas, aunque el precio de la sala supera los 8.000 euros.
La compañía garantiza la calidad y la seguridad del servicio que podrá ser disfrutado únicamente por clientes que resistan el vértigo.
