Con más de 10.000 kilómetros cuadrados de superficie, Uyuni es el mayor desierto de sal del mundo, situado en el departamento de Potosí, al suroeste de Bolivia.
Está situado a una altitud de 3.650 metros sobre el nivel del mar, en la cordillera de los Andes, y es una gran extensión plana y blanca formada por capas de sal.
Su origen hay que buscarlo hace más de 12.000 años, cuando el área que actualmente ocupa el salar estuvo ocupada por lagos de agua salada que cubrían la superficie con un nivel de agua que superaba los 100 metros por encima del actual salar.
El cambio climático que trajo consigo climas más secos y cálidos acabó por evaporar el agua de los lagos, dejando al descubierto el gran desierto salino.
Se estima que el salar contiene más de diez mil millones de toneladas de sal, de las cuales, cada año son extraídas unas veinticinco mil. Su profundidad es superior a los 120 metros de capas de sal, pero además, contiene otros minerales, como boro, potasio, magnesio, ulexita o litio. En este último caso, Uyuni constituye una de las mayores reservas de litio del planeta.
Durante una época del año, la superficie del salar queda cubierta por una pequeña cantidad de agua. Es el momento en el que la superficie de Uyuni se convierte en un auténtico espejo del cielo, dando lugar un panorama extraordinario.
En cuanto a la vida en el salar, durante el mes de noviembre se convierte en escenario de la cría de tres especies de flamencos: el James, el Chileno y el Andino.
También en mitad del desierto se encuentra un pequeño trozo de vida: la Isla Pescado, con una extensión de 25 hectáreas y centro de turismo de Uyuni, está cubierta por cactus gigantescos que pueden alcanzar los 6 metros de altura. Es un lugar ideal para observar y fotografiar este espectacular paisaje.
