El Valle de Tucavaca es una de las Reservas Naturales más importantes del planeta.
El Valle de Tucavaca está emplazado en el departamento de Santa Cruz, al este del país. Se trata de un bosque seco tropical con una extensión de más de 260.000 hectáreas. Actualmente se considera a esta reserva el bosque tropical mejor conservado del mundo. Cuenta con más de 1500 especies vegetales autóctonas y abundante fauna que habita el monte bajo. Reptiles, aves, monos, tigres, pumas y la espectacular pantera negra son algunos de ellos.
La reserva fue creada en el año 2000 para proteger el hábitat de esta zona. En ella residen cuatro comunidades que fueron las últimas fundaciones de jesuitas: Santiago de Chiquitos, Roboré, Chochís y Aguas Calientes. En ellas pueden apreciarse hermosos ejemplares de arquitectura religiosa. El ejemplo más destacado es la iglesia jesuita de Santiago de Chiquitos.
Para disfrutar del valle de Tucavaca existen varios miradores, el mirador chico y el mirador grande. Desde ellos se puede apreciar la belleza del entorno que, en el mirador grande, se cubre de enormes monolitos de roca.
Desde Santiago de Chiquitos, ubicado dentro de la reserva, se pueden realizar diferentes excursiones de corta distancia y gran belleza. La red de cuevas, las pozas de agua cristalina, caídas de agua y hasta pinturas rupestres, como las de Motacú.
La reserva se encuentra amenazada por empresas mineras que desean explotar los recursos de la zona: hierro y manganeso. Por suerte, las comunidades de la reserva se niegan al expolio de su entorno natural.