Buscando un lugar tranquilo y con un clima fresco, donde poder refugiarnos este verano, he decidido dedicar unas líneas al pequeño pueblo de Damme, en Bélgica.
Está situado a tan solo 7 kilómetros de Brujas, lo cual es ideal si queremos visitar la capital de la región, Flandes. Precisamente, hace algunos siglos, era considerada el puerto de Brujas, por su proximidad al mar y hoy en día, se encuentran conectadas por un canal llamado Damse Vaart, cuyo camino arbolado suele ser transitado por la gente que se desplaza en bicicleta de una a otra localidad.
Damme conserva su aspecto medieval, con sus tejados de pizarra a dos aguas. En el casco histórico se encuentra la Marktplatz, con el edificio del ayuntamiento en estilo gótico y la impresionante estatua dedicada al poeta Jacob Van Maerlant, el primero en escribir sus versos en lengua vernácula.
La iglesia de Nuestra Señora, con su gran torre campanario, es otro de los monumentos más recomendables de Damme, desde donde podrás ver toda la ciudad.
El Hospital de San Juan, del siglo XIII, ahora es un museo de objetos renacentistas muy interesantes.
No obstante, atravesar en barco el canal Damse Vaart, desde donde podrás ver el molino harinero de Hoeke,-en funcionamiento hasta 1936- o, simplemente, pasear por sus calles adoquinadas, tomar algo en uno de sus cafés, entrar a comprar un recuerdo en alguna de sus pequeñas librerías o disfrutar de la tranquilidad y la naturaleza son varias de las cosas que podrás hacer en esta localidad belga, si te animas a visitarla.
