Rocamadour se encuentra cerca de la ciudad de Burdeos, en la región francesa de Occitania.
Se encuentra enclavada en el Barranco de L’ Alzou, un imponente cañón de roca caliza. Se puede afirmar que Rocamadour es una ciudad santuario. Su origen está relacionado con la aparición de los restos incorruptos de San Amador. Los monjes de un monasterio benedictino, encontraron la reliquia el cuerpo del santo en el siglo XII. Desde ese momento, el enclave se convierte en lugar de peregrinación y culto religioso.
El acceso al núcleo urbano de Rocamadour se hace por la parte más baja de la ciudad. Su semblante medieval se aprecia en puertas de entrada y torreones defensivos, además de casas de piedra.
Tras subir una larga escalinata se llega al santuario, donde visitar numerosas capillas y monumentos religiosos. Entre sus tesoros arquitectónicos destaca la iglesia de Notre Dame, que acoge la imagen de la Virgen Negra. En su muro se encuentra clavada una espada conocida como Durandal, y que se cree perteneció al héroe Roldán.
Otras capillas son las de Saint Sauveur, que estuvo cubierta de pinturas murales, hoy redibujadas. Otras capillas son las de Saint-Louis, San Juan Bautista o la de Saint-Michel.
Rocamadour , por su situación, cuenta con numerosas grutas que también pueden visitarse y que son muy interesantes.
