El centro neurálgico -nunca supe qué significa exactamente esta expresión, pero por lo visto es algo bueno e importante- de la Chapada Diamantina se encuentra en Lençois. Es allí donde encontrarás los mejores hostales, donde hay bancos, restaurantes y agencias que organizan excursiones por los alrededores. Es la opción más razonable para quien quiere conocer la zona, en contraposición a quien quiere vivirla, que irá a Capço. También Lençois cuenta con línea directa de autobuses hasta Salvador, la ciudad importante más cercana a este paraíso. ¿Mi consejo? Quien no disponga de mucho tiempo, Lení§ois; quien dispong
a de más, Capço; quien quiera una experiencia inolvidable: ambas.
Cerca de Lençois es donde está la mayoría de atracciones. La pequeña ciudad está llena de turistas y de agencias, sin que se sepa exactamente quiénes llegaron antes. Muchas de las excursiones de los alrededores pueden hacerse a pie y sin guía, otras es mejor contratar un paseo en alguna agencia. Las cachoeiras (cascadas o cataratas en portugués) son mayormente aptas para llegar hasta ellas por uno mismo, preguntando y punto. Especial cariño tengo a la que aparece en la foto. Consiste en un ancho tobogán de piedra por el cual uno puede deslizarse. El tobogán no es del todo liso y hay piedras salientes, por lo que las condiciones de la bajada en materia de seguridad no son muy alentadoras. Yo tardé casi la tarde entera en decidirme (obsérvese el sol a punto de ponerse), pero mereció la pena. Todo el mundo lo hace y, por lo menos en el par de horas que estuve allí, no vi a nadie salir lastimado al llegar hasta abajo, ni a nadie que no saliera. Hay varias cachoeiras y piscinas naturales en los alrededores, y merece la pena visitarlas casi todas, y pasar varios y relajados días dándote chapuzones.
En excursiones organizadas, es interesante ir a otras cascadas más alejadas, a las lagunas, a las cuevas y al Morro Pai Inacio, desde el que están las mejores vistas del Parque Nacional. Muchos paseos incluyen varias de estas atracciones a la vez. Busca otros turistas para formar grupos y conseguir mejores precios.
Pero es Capí£o donde verdaderamente reside el espíritu chaper… digo diamantino. Un lugar extremadamente tranquilo donde el tiempo transcurre lánguido y uno se deja llevar por el ambiente tranquilo, indolente y relajado del lugar. Cuenta, además, con la mayor atracción de la Chapada: la cachoeira Fumaí§a, de casi 400 metros de altura. También rodeada de cachoeiras, en el lugar no hay bancos, los alojamientos son pocos y los restaurantes y tiendas menos. ¡Razón de más para no perdérselo! Yo llegué de un terrible mal humor y con idea de pasar un par de días. El mal humor duró unas pocas horas, y mi estancia en Capí£o, casi diez días.
Capí£o es un lugar de un magnetismo especial, donde uno llega por un día o dos, y después decide quedarse otro día, y después otro, y después otro… Un día vas a un río, otro día a una cascada, otro día a otro río, otro a otra cascada… y vuelta a empezar. Capço te atrapa y es una amante exigente y complaciente a la vez. Para los que la relajación continuada les estrese, mañana les cuento dos de las increíbles excursiones que pueden hacerse desde este pueblito minúsculo e inolvidable.

