Aunque la manera habitual de viajar de Sucre a Potosí -o viceversa- es en bus, gracias a los consejos de un amigo de Yotala (amigo que dirige el Teatro de los Andes) supe de una especie de tren que hace ese mismo recorrido. Digo ‘una especie de tren’ porque no es un tren-tren. Por lo pronto, los trenes tienen locomotora y vagones. La línea férrea que va de Sucre a Potosí es transitada por un tren que:
a) No tiene locomotora.
b) Sólo lleva un vagón.
Por esto, los lugareños lo llaman muy acertadamente ferro-bus. En mi opinión es el sustituto ideal del famoso Tren de las Nubes argentino, que por cuestiones de logística y economía no pude hacer. Sucre se encuentra a una altura de 2.900m s.n.m., y si eso les parece poco, el viaje es en una casi constante subida que acaba en los 4.080m sobre
los que corona Potosí. Muy pocos turistas utilizan este medio de transporte, que no hace el recorrido todos los días y se supone que es apreciablemente más lento e incómodo que el bus. Sin embargo, yo recuerdo esas cuatro horas como una de las más asombrosamente bellas y memorables experiencias que tuve en Bolivia, que fueron muchas.
Tuve la suerte de viajar en el asiento delantero, junto al conductor, observando el árido e impresionante paisaje que se abría a mis pies (a veces a muchos metros bajo mis pies, barranco abajo). El ferro-bus cuenta con palanca de cambios, y su aspecto interior es exactamente el de un bus. El conductor, para seguir con las analogías, llevaba varios amuletos y adornos colgados del retrovisor y, como buen boliviano, en su radio llevaba un CD de música romántica latinoamericana para amenizar el viaje. En este caso, se trataba del argentino Leo Dan.
El tren es utilizado mayoritariamente por campesinos cuyas viviendas se encuentran apartadas de las carreteras y caminos que transitan habitualmente camiones y buses, los dos transportes terrestres más comunes en el país andino, junto con, por supuesto, el tren. Es normal y descorazonador ver cómo muchos usuarios piden bajarse en cualquier momento, aparentemente en mitad de la nada, y emprenden la marcha hacia su casa o campo, perdido más allá del alcance de la vista. Los paisajes quitan el hipo y hasta el
aire de nuestros pulmones. ¿Los paisajes? Bueno, no sólo los paisajes: a estas alturas un mareo por la altura a la que nos encontramos es de lo más normal. Para combatir el soroche, mucha agua y alimentos con azúcar, fundamentalmente chocolate. ¡O mascar hoja de coca, por supuesto! Los primeros pasos en Potosí pueden ser duros, sobre todo si llevamos una mochila a cuestas. Eso sí, la estancia en Sucre nos sirvió para irnos aclimatando a las alturas del altiplano boliviano. No en vano, Sucre se halla a una elevación similar a la de los picos más altos de Grecia (Olimpo), y Andorra, por ejemplo.
Tanto Sucre como Potosí son lugares hermosos, visitas obligadas dentro del país que tomó su nombre del Libertador Simón Bolívar. ¿Y qué mejor manera de ir de un lugar único a otro lugar único, de una manera única? ¡No se lo pueden perder!


PodrÃas dar más datos sobre este tren? dónde lo tomas, qué dias, cuánto cuesta, etc?
Muy agradecida!
No recuerdo qué dÃas de la semana, pero creo que es casi diario. Sale de las afueras de Sucre, yo pregunté por la calle y ahà nomás me informaron. El viaje es de unas cuatro horas, y el precio, popular: lo usan más que nada campesinos del lugar, es básico pero barato. Hace mucho que fue el viaje, pero ¿serÃan 10 bolivianos? No estoy seguro, es barato, no necesitas saber nada más 🙂 ¡No te lo pierdas!
Estamos en la recta final del proyecto en el que venimos trabajando los dos ultimos años, viajaremos por toda latinoamerica, durante nueve meses, nos gustarÃa invitaros a la difusión y a la participación de nuestro proyecto, podeis informaros en nuestra web herederos1812.es, asi como comentar en nuestro blog.
Hola!
Me gusta mucho, el dibujo de este viaje en tran desde Sucre a PotosÃ, esa lÃnea férrea sin fierro añadido… ¿Cómo asÃ…?¿me contáis, pronto, pues allá, junio 2010, estará mi sombra…?
Salux,
Mage