Copenhague, capital de Dinamarca, es una de las ciudades más bonitas -y más importantes- de toda Europa. No es de extrañar que alguno de nuestros trotamundos desee dejarse caer por allí durante el verano aprovechando, además, que el clima es más suave que en España. Si ése es el caso, desde aquí le animamos, pero también intentaremos seducir al viajante que no lo tenga muy claro contándole todo lo que puede hacer allí.
Visitando Copenhague
La Sirenita es uno de los monumentos más fotografiados del mundo y conmemora a ese personaje de Hans Christian Andersen que Disney volvió tan entrañable para nosotros. La estatua guarda muchas anécdotas incluso desde antes de ser creada, pues el escultor Edvard Eriksen quería que una bailarina famosa de la época posara desnuda para él, pero ante su negativa tuvo que conformarse con su mujer. No obstante, la cara de la escultura sí es la de la bailarina.
El parque Tivoli es el parque de atracciones más antiguo del mundo. La entrada general cuesta doce euros, pero no te da derecho a usar las atracciones a menos que pagues aparte por ellas o te esperes a la happy hour. Puedes comprar una entrada especial que incluya las atracciones, aunque tienes que ver qué te compensa más. Otro punto a favor del parque son sus espectáculos que no te puedes perder.
También tenemos el parque Kastellet y Strøget. El primero es un parque, como su propio nombre indica, con edificios muy interesantes a su alrededor: una fortaleza, una iglesia anglicana, etc. Stroget es la calle peatonal más larga del mundo, perfecta para hacer las compras o simplemente para recorrerla.