La otra vez nos quedamos en un punto interesante. Circe permite que Ulises se marche y, además de hacerle una advertencia muy seria, le explica qué camino debe tomar. En esta serie de post estamos dando una visión «real» al viaje que el héroe griego Ulises (u Odiseo, según la traducción) tuvo que emprender para regresar a casa tras la guerra de Troya que ya le hizo gastar una década. ¿Quieres saber cuál es su recorrido?
Como veis, no ha tenido que ir muy lejos. Esta zona abarca tres de sus aventuras, por así decirlo. La que le obliga bajar al Inframundo para entrevistarse con el adivino Tiresias, ver a su madre y hablar con sus amigos aqueos, la de la isla de las Sirenas y la de Caribidis y Escila, donde vuelve a perder a unos cuantos hombres. Caribidis, como podemos ver en el primer mapa del primer artículo, se ha situado entre Sicilia y la punta de la bota de Italia, aunque hay más versiones.
Desde aquí, navegan hasta la isla de Hiperión, donde el Dios tiene a su rebaño compuesto por vacas y ovejas. Son animales sagrados que no deben comerse, pero, como adivinaréis, la tripulación de Ulises vuelve a ponerle en un aprieto. Es difícil situar esta pequeña isla. De hecho, en el mapa de referencia no sale. Homero habla de Trinacia y nosotros no tenemos más remedio que situarla en alguna parte de Sicilia.
Ulises es el único superviviente, ya que, al comerse las vacas del sol el resto de la tripulación, Zeus se enfada tanto que les destroza el único barco que les queda. Ulises naufraga y llega, sorprendentemente, hasta Ogigia, que la han situado en Ceuta. Allí da con la hermosa Calipso, que retiene al héroe a su lado durante siete años. Los dioses envían a Hermes para pedirle que lo libere y eso debe hacer. Deja que se construya una balsa para que se marche.
Llega hasta la isla de los feacios, la cual hoy en día se identifica con la isla griega de Corfú. Allí, tras ser recibido por el rey y referirle su lamentable historia con todas sus aventuras, consigue por fin el medio para llegar a Ítaca, donde todavía le espera un recibimiento lleno de acción.
