La Petite France es un barrio de Estrasburgo que se ha convertido en uno de los más pintorescos y visitados de la ciudad.
El nombre de este encantador barrio tiene un origen que se remonta al siglo XVI, concretamente, a la construcción de un hospital para enfermos de sífilis, una enfermedad que se consideraba procedente Francia. Pronto, el hospicio comenzó a llamarse el pequeño francés. Estaba situado en el muelle de uno de los canales a los que vierte sus aguas el río Ill, por lo que toda el espacio colindante, no tardó en llamarse La Petite France.
Toda la zona está recorrida por canales transitables y ocupa el espacio comprendido desde la entrada, flanqueada por los Puentes Cubiertos. Tres construcciones techadas de origen medieval que unían los diferentes canales de entrada del Ill, cada una coronada por una torre vigía; Al otro lado, se encuentra el Puente de St. Martin.
En el barrio de la Petite France, las construcciones conservan su estilo originario, con las fachadas decoradas por entramados vistos de madera, y tejados con tejas en forma de escamas, en los que se abren las ventanas de los desvanes donde se dejaban secar las pieles. En primavera, la mayoría de las ventanas aparecen colmadas por jardineras llenas de flores.
Fue una zona ocupada por diferentes gremios, como pescadores, panaderos, curtidores. Así pues, podemos encontrar la Calle de los Molinos, la Maison des Tanneurs, o casa de los curtidores, del siglo XVI, la Maison Lohkäs, donde se almacenaban y vendían bebidas… Todas estas construcciones han sido rehabilitadas y reutilizadas como restaurantes.
Su plaza principal, Plaza de Benjamin Zix, conserva interesantes ejemplos de edificios de los siglos XVI y XVII, así como restaurantes, tiendas de regalos y un mirador desde el que se pueden apreciar las construcciones de tipología medieval y los canales por los que transitan barcos de recorrido turístico y algún que otro cisne.
El barrio fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1988.