Ouro Preto es una ciudad relativamente moderna, ya que fue fundada en el siglo XVIII.
Durante el XVII, un grupo de colonos Bandeirantes hallaron oro en los riachuelos de la región, por lo que se asentaron en la zona dispersos en aldeas.
En 1711 se congregan fundando Vila Rica y en 1720, la urbe se convierte en un punto neurálgico importante, en el que se desarrolla el entramado comercial y social en torno a la explotación minera.
Vila Rica es designada capital de Minas Gerais, estado de Brasil en el que se encuentra Ouro Preto, nombre con el que es denominada en 1823, cuando la Familia Real se instala allí concediéndole el estatus de ciudad.
En 1897, la capital de Minas Gerais se traslada a Belo Horizonte, cuyas características se adaptaban más a las necesidades que requería la capitalidad del estado.
Aunque a principios del siglo XIX terminaron por agotarse los recursos mineros de Ouro Preto, la riqueza de la explotación aurífera la transformó en una fastuosa y bella ciudad de estilo barroco. La extracción de minerales como el oro y las piedras preciosas, particularmente el topacio imperial, único en estas tierras, posibilitó una arquitectura fastuosa que llevó a nombrar a la ciudad histórica Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1980.
El arquitecto más importante de Ouro Preto fue Antonio Francisco Lisboa, conocido como el Aleijadinho, considerado el principal representante del barroco colonial del estado de Minas Gerais.
Entre los edificios más representativos del barroco mineiro de Ouro Preto destacan el Teatro de la ópera, la Casa de los Gobernadores, el Museo de la Inconfidencia, así como numerosas iglesias, entre las que cabe señalar las de San Francisco de Asís o la de Nuestra Señora del Pilar. La principal característica de su estilo es el uso de recargados motivos decorativos autóctonos, como las figuras sagradas de color negro y rasgos indígenas.
Todo el centro histórico es de fastuosa elegancia, tanto en edificios palaciegos como en las viviendas de sus pobladores, enriquecidos por el oro.
La belleza de esta localidad se completa con la posibilidad de visitar sus antiguas minas y el rico entorno natural, repleto de vegetación, cascadas, bosques, etc.
Un importante evento se celebra cada año en la ciudad: el Festival de Invierno de Ouro Preto e Mariana, que acoge el Forum de las Artes y una nutrida programación cultural.