Minnehaha es una hermosa cascada de 16 metros de caída, que se formó hace más o menos 10.000 años, durante la última glaciación.
La cascada se encuentra dentro de un parque urbano protegido, en la ciudad de Minneapolis, que pertenece al estado de Minnesota (EE.UU).
Su nombre proviene de la lengua Dakota y viene a significar Agua cayendo. Hace referencia al lugar mencionado en la obra del escritor Henry W. Longfellow, El Canto De Hiawatha, en la que se menciona un territorio conocido con el nombre de las Cascadas de Minnehaha. Una estatua levantada en el parque, le brinda homenaje.
Minnehaha es una catarata con voladizo, es decir, que esconde un espacio tras de sí por el que se puede circular. Se trata de una pequeña cueva en el interior de la cascada, un estrecho pasillo desde donde puede contemplarse la cortina de agua que, en invierno, queda detenida por la congelación. En esta estación, las temperaturas llegan a ser extremas, alcanzándose los 30 grados bajo cero.
La luz exterior penetra a través del tapiz de hielo traslúcido creando tonos turquesas que producen un enfoque espectacular desde dentro de la cueva. Desde fuera, la sensación de ver el agua petrificada, pero con toda la tensión de la catarata, es muy especial.
El entorno de Minnehaha cambia por completo con cada estación. Aunque las visitas turísticas suelen concentrarse durante el invierno, cualquier momento es bueno para acercarse a este hermoso lugar. El agua discurre en todos sus estados: un sugerente torrente líquido durante el verano; la pétrea y esmerilada cascada de hielo en invierno, o una exposición de estalactitas cristalinas durante los meses de deshielo.
A parte de la cascada, el parque de Minnehaha es un lugar ideal para pasar una jornada turística. Está lleno de senderos boscosos y lugares para descansar, por lo que merece una visita si algún día viajamos a conocer el norte de los Estados Unidos.