Hace algunos post, hablábamos de una paradisíaca playa de arena verde y hoy, vamos a dedicar el artículo a otra playa de arena muy especial. Se trata de Shell Beach, una playa situada en el extremo sur de Shark Bay, en la región de Gascoyne (Australia Occidental), un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1991.
La playa se encuentra en una zona que, debido a las condiciones salinas de sus aguas y a contar con una importante pradera marina, es una importante reserva de vida oceánica.
Este hecho ha contribuido a lo que hoy es su mayor característica: su arena está formada básicamente por conchas.
Shell Beach se extiende a lo largo de 60 kilómetros, una vasta extensión cubierta principalmente por millones de conchas de un pequeño berberecho, Erugatum fragum, conocido como berberecho Hamelin, nativos de las aguas poco profundas de esta región, que son arrojados a las orillas por el oleaje durante las tormentas.
Esta especie de berberecho se ha multiplicado gracias a las condiciones marinas que antes apuntábamos, hasta el punto que hay zonas de las orillas de la playa, cuya profundidad es de más de 7 metros de conchas.
Hay zonas donde los caparazones han llegado a sedimentarse formando una especie de roca calcárea conocida como coquina, que se emplea en las construcciones distintivas de la zona.
Los caparazones blancos de estos pequeños crustáceos confieren a Shell Beach un color blanco, cuyos reflejos son difíciles de resistir sin unas buenas gafas de sol.
Shell Beach cuenta con aguas cristalinas de poca profundidad y unas características únicas en el mundo, que atraen cada año más turistas a esta curiosa playa de Australia.