Muchos lagos esconden sorpresas, algunos supuestos monstruos y otros, restos de poblaciones abandonadas para recoger el agua de ríos cercanos, tras la construcción de una presa cercana. Es el caso de la ciudad de Shi Cheng, que en su día se alzaba solemne en la región de Zhejiang, al este de China.
Conocida como la Ciudad León, Shi Cheng fe fundada por la dinastía Han del Este, entre los años 25- 200 d. C. , a los pies de la montaña Wu Shi (Cinco leones) y llegó a ser un centro político y económico muy importante en la provincia de Zhejiang.
La necesidad de construir una planta hidroeléctrica llevó al gobierno chino a construir un gran lago artificial en el área ocupada por la ciudad, que fue abandonada por sus casi 300.000 habitantes y, finalmente, cubierta por 18 km3 de agua, bajo 40 metros de profundidad.
Es así como se crea el lago Qiandao, conocido como Lago de las mil islas, de agua claras y salpicado por innumerables islotes verdes, que se ha convertido en una atracción turística por la belleza de su entorno, y sobre todo, por las ruinas de la ciudad perdida que se han conservado perfectamente bajo sus aguas.
En el año 2001 comenzaron las primeras exploraciones arqueológicas de Shi Cheng y en el año 2009, se lleva a cabo un estudio completo por parte del equipo de arqueología subacuática de la revista National Geography, descubriendo una ciudad completa y amurallada, con calles perfectamente pavimentadas, lujosos templos, arcos y casas, incluso bancos y escaleras de madera. Curiosamente, el estado de conservación de la ciudad es excelente, tal vez gracias a la temperatura de las aguas, por lo que el gobierno ha decidido explotarlo para atraer al turismo.
La empresa Big Blue se encarga de organizar excursiones submarinas, para lo que cuenta hasta con un submarino con capacidad para sumergir a casi 50 pasajeros.
La hermosa ciudad, conservada como una capsula en el tiempo, brinda a los turistas la posibilidad de viajar al pasado enfundados en traje de neopreno.