Cuando se habla del Danakil es habitual encontrar títulos como Infierno en la Tierra, Infierno de África, etc. Lo cierto es que este desierto es, sin lugar a dudas, uno de los lugares más impresionantes del planeta.
El Desierto de Danakil se encuentra emplazado en la depresión de Agar, en Etiopía, cerca del Mar Rojo, en la región conocida como Cuerno de África.
La depresión de Agar es una zona que se encuentra entre sesenta y cien metros por debajo del nivel del mar en la que, además, convergen gran número de volcanes, como el Dallol, el Erta Ale o el Dabbahu.
El desierto coincide con una gran grieta abierta en la corteza terrestre, por la que perece escaparse parte del ígneo interior de la tierra. Cráteres, sulferetos, vapor y azufre son los principales elementos del Danakil, que le confieren una paleta de brillantes tonos que van del amarillo al rojo. Campos salinos y sulfúreos de tonalidades amarillas, con formaciones de aspecto lunar, salpicadas por charcas de aguas verdes, confieren a la zona un asombroso paisaje.
Pero aunque parezca increíble, el Danakil no es un lugar deshabitado. A pesar de sus altas temperaturas, entre los 35 y los 60 grados, y su vegetación inexistente, una tribu de valientes ha sobrevivido en la zona desde la antigüedad. Se trata de los nómadas de Afar, cuyas mujeres recorren cada día varias decenas de kilómetros para recoger agua y leña, mientras la tribu sobrevive del comercio de la sal.
La experiencia de viajar al Danakil solo es recomendable para el viajero aventurero, que además, tendrá que reservar el viaje a través de agencias especializadas, ya que para visitar el lugar es necesario obtener un permiso de las autoridades locales, dado que por sus condiciones peculiares, puede resultar peligroso.