Matmata es un antiguo asentamiento bereber, situado a 35 km de la ciudad de Gabes, en Túnez.
Se trata de un área desértica y montañosa, en la que los nómadas horadaron sus viviendas para refugiarse del sofocante calor de estas tierras y de las incursiones bélicas de sus enemigos.
Los bereberes o imazighen excavaron la roca y construyeron un auténtico asentamiento troglodita, donde daban refugio también a su ganado.
La mayoría de las viviendas se abren a una especie de patio interior, de alrededor de ocho metros de diámetro, alrededor del cual se disponían las estancias. Las viviendas solían tener varias alturas y el acceso desde el exterior se hacía a través de escalinatas de cuerda con las que descendían a este patio circular o cuadrado, en cuyo centro solía haber un pozo para el agua y escaleras de roca por las que se accedía al resto de pisos.
Las puertas solían marcarse con símbolos de la abundancia y de protección, como el pez o la mano, y en el interior de los hogares, la sólida roca mantenía una temperatura estable y fresca.
Durante el año 1967, la región de Matmata sufrió inundaciones tras más de 20 días de lluvias ininterrumpidas que acabaron hundiendo muchas de las casas trogloditas. Fue entonces cuando el gobierno, tras enviar una expedición al lugar, tomó consciencia del valor patrimonial de la ciudad y ayudó a su recuperación con subvenciones. Además, se construyó un poblado exterior para los habitantes cuyas cuevas se habían hundido completamente.
El pueblo fue escenario de varias escenas de la película Stars War, Amenaza Fantasma.
En la actualidad, en Matmala continúan viviendo miembros de la tribu bereber y es un lugar de gran reclamo turístico, por su rareza y por la calidez de las gentes del desierto.