La triple cascada de Baatara es un espacio natural sorprendentemente hermoso, que merece la pena visitar si se tiene ocasión.
Se encuentra cerca de las aldeas de Tannurin y Balaa, en el Monte Líbano, un espacio enclavado entre la ciudad de Trípoli y el río Litani. Este macizo de roca caliza, ha sufrido durante años la erosión kárstica sufrida por la filtración del agua, lo que ha dado lugar a la formación de numerosas grutas y cuevas por toda esta región de El Líbano.
Una de esas grutas, conocidas como las cuevas de Baatara, horada una pared de más de 250 metros, dividida por tres puentes naturales o cinturones de roca, configurando un espectacular espacio.
De este modo, el acantilado formado por el vacío degradado, puede contemplarse desde tres alturas diferentes, desde donde se puede disfrutar de unas vistas espectaculares a la vez que peligrosas.
Pero lo más llamativo de Baatara se produce en primavera, durante el deshielo de las nieves invernales, cuando las aguas resultantes descienden por el interior de la cueva formando una gran catarata que parece dividirse en tres tramos.
La sensación es como si una misma imagen se reflejara en un espejo con efecto Droste, dando lugar a un bucle visual continuo, enmarcado por una naturaleza prodigiosa.
La cascada, que atraviesa los tres puentes de piedra, como si de tres torrentes se tratara, tiene una caída de 25 metros y en vez de descender por la pared, como pasa habitualmente con los saltos de agua, cae directamente a al abismo del barranco.