Ocho días bajo el cielo

 

Ocho días bajo el cielo - sukkah2-300x199En el centro de un mapa de la tierra, si fijamos nuestra vista en el estado de Israel, en su punto central encontramos la ciudad de Jerusalem, centro neurálgico asimismo de las tres principales religiones monoteístas del mundo, el islam, el cristianismo y el judaísmo. Dentro de esta última existe una  de las festividades más emblemáticas, una de las llamadas tres fiestas de peregrinación donde los fieles tres veces al año acudían al templo de Jerusalem cuando aún estaba en pie (como información decir que los restos que forman el famoso muro de las lamentaciones, donde es costumbre encontrar regularmente a judíos devotos y visitantes de todo el planeta rezando y depositando peticiones escritas en papelitos entre las grietas del mismo, no es más que lo que sería el muro de contención).

Ocho días bajo el cielo - sukkah1-300x253En esta fiesta, que aparece reflejada en la Biblia, Dios estableció que durante siete días su pueblo escogido morase en tiendas, en recuerdo del éxodo de Egipto, cuando les liberó del sistema de esclavitud al que se encontraban sometidos mediante grandes portentos y prodigios, protegiéndoles durante la larga travesía por el desierto que duró cuarenta años, como bien saben tanto los conocedores del texto bíblico como el público en general gracias a la gentileza de Hollywood. Quién no recuerda al fallecido Charlton Heston representando a Moisés con los brazos extendidos ante el mar Rojo (que en propiedad se denomina «mar de los juncos»).

Recomendamos visitar Jerusalem durante esta fiesta, que acontece normalmente entre los meses de setiembre y octubre, pues es una maravilla disfrutar mientras pasea viendo cómo se llenan las calles y terrazas de los bares con las diferentes cabañas, donde la originalidad tiene su espacio, según el gusto de cada cual, dentro de los límites establecidos por la ley judía. Por ejemplo, se pueden decorar con frutas, o con sábanas en las que se dibujan los escudos, nombres y dibujos de los patriarcas y las doce tribus de Israel. La última vez que estuvimos de visita en la ciudad de Jerusalem fuimos invitados a un riquísipo ágape nocturno debajo de una cabaña, por unos chicos muy amables, pues es costumbre ejercer la proverbial hospitalidad hebrea durante estas fiestas, recordando la hospitalidad del padre Avraham, al invitar a los visitantes a su tienda. Incluso pudimos pasar una noche una cabaña en la plaza. Ocho días bajo el cielo - 1349003615-last-minute-preparations-for-the-municipal-sukkah-in-jerusalem_1488736-300x199Pero si no se animan a experimentar la aventura de dormir bajo esta cobertura temporal, como símbolo de la cobertura y protección divina, pueden optar, por ejemplo, por descansar en uno de los hoteles que tiene Expedia. En cualquier caso, tras la visita a Jerusalem durante estas fechas les parecerá haber pasado un sueño de «ocho días bajo el cielo».

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