
Si hace algunos días les hablamos de la playa de Punalu’u Beach por la imagen exótica que nos ofrece de un color negro provocado por desprendimientos de lava, hoy le toca el turno a la Playa Roja de China. En la prefectura de Panjin, provincia de Liaoling, en el delta del río Liaohe, se encuentra esta exquisita arbitrariedad de la naturaleza, gracias a una variedad de alga sumamente especial que solo crece en suelo muy alcalino y salino, y en esta zona se reúnen las condiciones necesarias. Al bajar las temperaturas, cuando disminuyen las horas de sol durante el otoño, estas plantas se desprenden de su clorofila llegando a adquirir este color rojo tan singular, tiñendo la costa como si de un manto o alfombra se tratase.


Esta playa tan especial es una reserva protegida, estando abierta a turistas tan solo una parte de ella. Alberga más de 260 especies diferentes de aves, y 399 tipos de animales salvajes, incluso algunas grúas en peligro de extinción y gaviotas. Aunque no es aconsejable el baño, no faltan ganas de meterse en este «Mar Rojo» de China. A tan solo 400 km de Beijing, en el gran golfo del Mar Amarillo, estos 100 km cuadrados de algas comienzan a crecer entre abril y mayo, volviendo de color verde primeramente todo el paisaje, hasta adquirir el rojo más intenso a finales de agosto. Un espectáculo natural que impacta nuestra mente de la forma más sencilla.