
Petra es un importante enclave arqueológico en Jordania, y la capital del antiguo reino nabateo. El nombre de este asombroso lugar proviene del griego πέτρα que significa piedra.
Esta ciudad se encuentra esculpida sobre las piedras del valle del Aravá; este extraño lugar se encuentra en un valle angosto, que va desde el mar Muerto, hasta el golfo de Aqaba. Características de Petra son sin duda las construcciones en la roca del valle, y los edificios más concurridos por los viajeros son los conocidos como el Khazneh (el Tesoro) y el Deir (el Monasterio).
Fundada en la antigüedad hacia el final de siglo VII a. C. por los edomitas, fue ocupada en el siglo siguiente por los nabateos, que la hicieron prosperar gracias a su situación estratégica en la ruta de las caravanas que llevaban el incienso, las especias y otros productos de lujo entre Egipto, Siria, Arabia y el sur del Mediterráneo. Así que escondida entre las montañas, Petra se convirtió en una rica ciudad gracias al comercio de caravanas.
Hasta siete rutas diferentes confluían en la ciudad del desierto, desde donde se distribuían los productos hacia Alejandría, Jerusalén, Damasco, Apamea y muchas otras ciudades.
La grandeza de su arquitectura tallada sobre la piedra arenisca – que con sus vetas de colores rosados hace aún más soberbia su belleza– impresiona al viajero. Las fachadas que se hallan por todo su perímetro corresponden en su mayoría a las tumbas de los riquísimos comerciantes, nobles y monarcas que compitieron por mostrar a sus paisanos su fortuna formidable.
Pero Petra no era sólo una ciudad para los difuntos: los palacios, las casas, los negocios, los templos, los almacenes, los talleres y los espacios públicos daban cobijo a las actividades cotidianas de una ciudad próspera, bulliciosa.
En resumen Petra es un bonito lugar que visitar con una belleza exquisita y soberbia para aquellos viajeros con exquisito paladar turístico.
http://es.wikipedia.org/wiki/Petra