El nombre es una gran pista para saber de qué estatua estamos hablando: Mannenken Pis. Fíjate en la segunda palabra. ¿Lo deduces ya? ¡Sí! El niño que orina en una fuente con más gracia que un borracho en pleno apogeo de su ebriedad.
Manneken Pis, la estatua más famosa de Bélgica
